Y después de acompañar círculos de mujeres y ser medicina para muchas hermanas y hermanos, creí que es posible, necesario impulsar el millonésimo círculo que expanda la conciencia humana y con esta fe profunda, amorosa, inclusiva y sincera decidí iniciar este espacio de reflexión para compartir las experiencias que estos años de reencuentro conmigo y con otras hermanas me han brindado. Para que mi caminar rinda tributo a la vida en la tierra y motive a otras a conquistarse, como el único ser plausible de ser conquistado.
En mi camino he hallado maestras y enseñanzas invaluables, he aprendido prácticas, rituales, formas de pensar, dignos de compartir con el mundo entero. El chamanismo ha cobrado vida en mi transitar cotidiano dotando de sentido cuanto hago, haciendo que las plantas, las flores, los animales y piedras sean compañeros, guías y herramientas de sanación. Me descubro emplumada, envuelta en el humo del sabio abuelo tabaco, rodeada por los brazos de mi amado y no puedo menos que desear expandir tantas bendiciones que me han hecho maravillosamente feliz.
