Esta es una invitación a todas las mujeres del mundo para que empiecen a ver el altar de la vida entre sus piernas y así maten el miedo que esta sociedad enferma, nos ha metido en las entrañas.
Las conmino a cultivar esta divina flor como su amada fuente, sin vergüenzas, sin distorsiones, para que el néctar de nuestro vientre impregne la tierra y retornemos a su seno, como sus hijas y representantes.
Este es un boleto de entrada a la fiesta de la vida, donde liberaremos nuestras vaginas del castigo y el asco, que no son más que el odio al origen de la existencia y abolir por siempre la historia del pecado original de nuestras majestuosas vidas.
Las invito hermanas a dejar de amordazarla con calzones, con protectores diarios, con químicos, para que ella pueda respirar emancipada.
Empieza a ver cada mañana su rostro convertido en tu espejo, tu portal a la iniciación, al saber, a las profundidades de tu sabiduría y tus misterios.
Te invito a que empieces a olerla sagrada, a saborearla divina, a acariciarla preciosa, que empiezas a rescatar de ella tus memorias y suplantar los cardos por flores, te invito a que te hagas su amiga, la abrigues con tu presencia, con tu amor, con tu placer y desbordes el tesoro que llevas.
Bendice a la vida con este pasaje al misterio pleno de tesoros para tu conciencia, despierta la voz dormida de esta boca sagrada que nos transporta a la vida cantando al placer.
Por Dafne Arias