TE MERECES

Te mereces a ti misma plena, amorosa, entregada a tu cuidado, abrazándote, sanándote.  Mereces tu tiempo, tu luz y tu esfuerzo en la expansión de tu ser. Mereces saberte sagrada, tomar tu poder, mereces tus pasos caminando hacia tus mejores sueños, sin dudas, sin temores.  Mereces tus brazos recibiendo la vida, tus manos acariciando tu pecho, entrando al templo de la Diosa.

Y cuando estés llena, sana, radiante, cuando tu vida sea la fiesta que has soñado, entonces, si lo deseas, puedes abrirte a una relación, con la plena consciencia de que cada persona en tu vida es una bendición y un espejo que trae el reflejo de lo que llevas dentro.   Que al elegir un compañerx de camino estás eligiendo una escuela, un maestro, no alguien a quien hacer responsable de tu dicha.

Mereces la conciencia de que todo aquello que traes a tu vida es tu obra consciente o inconsciente, así que no hay malos afuera, no es tu compañerx el que “te hace o no te hace”, él solo es el reflejo de tu herida o de tu luz.  Siempre eres TU y solo TU la llamada a darte todo el amor y bienestar que deseas, el otro es sólo  un camarada en tu sendero, que has elegido como guía de tus profundidades.

Ojalá esperes a tener el baúl lleno para atraer a alguien en tu mismo estado de vibración y no hacer de tus relaciones un drama incesante, ojalá empieces a tomar las riendas de tu vida y dejes de echarle la culpa al que ronca a tu lado, ojalá empieces a señalar tu pecho como proveedor de éxtasis, sabiduría y amor para compartir.

Y después cuando llegue ese alguien especial que enciende tu fuego, entrégale lo mejor de tí, sin olvidar que siempre has de eres la primera de tus prioridades, que el autocuidado es para siempre, que es tu vida la que timoneas con este cocapitan que en cualquier momento puede bajar de tu barco, pero que siempre la fiesta sigue contigo.

Dafne Arias Rodríguez