Hace semanas siento que se mueve algún tipo de energía, que nos está poniendo a prueba como si estuviéramos en una especie de juicio final. En una especie de salto cuántico o ya al borde del precipicio, del otro lado del aterrador precipicio nos esperara el nuevo camino: el camino a la felicidad.
Siento que vamos todos la felicidad verdadera -o por lo menos así lo siento-me encuentro en una especie de encrucijada en la que debo decidir entre lo viejo y lo nuevo pero no como una decisión fresca y ligera en la que puedo darme el lujo de sentarme a pensar y decir: ah bueno puedo seguir con esto viejito un tiempito más!!! sino que siento el agua al borde, no sé si algunos de ustedes también se sientan igual.
Es como si de alguna manera todos esos pequeños desórdenes están llegando a su final, como si llegara el orden a tomar la casa y dijera: ¡llegué yo, la nueva dueña!!!
Siento que llegó la hora de tomar el tren del orden divino, se acabaron los viajes distractores, es el momento de tomar el cambio con ambas manos, con el cuerpo, con alma y el corazón.
No sé si para todos el cambio será fácil, en mi caso lo siento complejo, pero estoy segura de que será necesario y definitivo.
¿En qué etapa te encuentras ahora? si te encuentras en el momento de estos cambios tan fuertes y tan radicales en tu vida, quiero decirte qué eres fuerte y flexible, puedes vivir estas sacudidas, de pronto toca ser un poco camaleónico y soltar y soltar.
Es una buena oportunidad para acabar con todos los episodios conscientes o inconscientes que están saboteando tu verdadero camino, tu verdadera felicidad.
Llegó el momento de soltar y ser libres.
Te amo
