La vida es relativa y multidimensional,
todo tiene múltiples facetas y todo está interconectado
en un telar en el que la urdimbre se hace trama, entonces
el sol es masculino con relación a la tierra,
pero es femenino dentro del universo.
La tierra es femenina con relación al sol,
pero masculina con relación al ser humano.
El hombre es masculino con relación a la mujer,
pero femenino con relación a la tierra.
La mujer es femenina con relación al hombre
pero masculina con relación al niño.
Masculino y femenino, no son un carácter sexual o genérico,
son las fuerzas que conforman todo en este universo dual.
La fuerza femenina es receptora y la fuerza masculina da.
La rígidez nada tiene que ver con la vida, todo es fluido,
todo cambia siempre y a veces hemos de ser lo uno o lo otro.
Danzar con la vida es integrar la totalidad que somos.
Dafne Arias Rodríguez