El permiso de SER una misma, debería ostentarlo cada mujer, SIEMPRE. Pero la sociedad continuamente señala, condiciona, juzga y si tienes poca edad o poca autoridad sobre ti misma, se hace mas dificil permitir salir tu verdad única e irrepetible.
Debemos liberarnos a nosotras mismas y a su vez la sociedad debe cambiar. Nos creemos muy modernxs pero el pensamiento social sigue siendo de la era victoriana. Vemos una mujer vestida de determinada manera y decimos que se viste como puta, vemos a una mujer libre y decimos que es una cualquiera, hay una mujer sin pareja y dicen que es muy fea, muy vieja, lesbiana o mojigata, ascienden a una mujer en su trabajo y los comentarios dicen que es por su belleza o porque tiene un amorío con el jefe, aún recuerdo cuando vivía sola, alguien de mi familia dijo que yo terminaría mal sin un hombre al lado……..
Claro el permiso es nuestro, pero no vivimos en islas, separadas, vivimos en una sociedad que refleja una manera de pensar la vida y de ser hombre o mujer, una imagen que desafortunadamente, influye en nuestra seguridad, en nuestra manera de concebirnos mujeres, de vestirnos, de hablar, de relacionarnos con nosotras y con todo.
Para empezar, es importante dejar de sexualizar nuestro cuerpo, nuestra naturaleza, dejar de ponerle morbo a la piel y empezar a verla como nuestro hogar, simplemente. Ejemplo: Para la sociedad los desnudos solo son buenos si sirven a la publicidad o a la sexualidad masculina (que vienen siendo lo mismo), pero si una mujer amamanta en público es un escándalo.
Esta sexualización ha convertido el cuerpo femenino en un campo de batalla que de última, nunca pertenece a nosotras, o sino preguntémonos, cuántas mujeres han “perdido la virginidad” (no creo que sea una pérdida) por su propia mano? Cuántas se ofrecen placer cuando lo necesitan? cuántas saben acerca de su ciclo y sus arquetipos?, cuántas se visten como les da la gana y no como dice la moda?.
Todo esto es eminentemente NUESTRO, pero el ocurantismo, el secreto y el silencio que la sociedad, la educación, los mass media, han mantenido en torno a lo femenino, nos ha condenado a la jaula de “lo que es correcto”.
Muchas nos damos el permiso de SER, pero te pregunto, crees que somos la mayoría? o sales a la calle y las encuentras disfrazadas de barbie, de Rihana, de Kardashian, de xx, de xx….. Qué porcentaje se atreve a ser ella misma?????
Cuánto miedo y desprecio por si misma, por el propio cuerpo entraña cada cirugía, cada plataforma, cada faja, cada artilugio del mercado? La idea no es que nos volvamos unas dejadas, sino que dejemos de decir “me tengo que arreglar”, como si estuvieramos dañadas, que dejemos de poner nuestra seguridad y nuestra valía en nuestra ropa, en nuestras joyas, en nuestro maquillaje. Todas estas seguridades endosadas a estos aritificios mentirosos y externos, después se vuelcan en nuestras relaciones, entonces somos más “aceptables” si nuestra pareja es atractiva y tiene un vehículo costoso.
Sólo cuando las mujeres reconozcamos nuestra valía, por el simple hecho de haber nacido, sólo cuando dejemos de escuchar y seguir los clichés sociales, sólo cuando vayamos dentro y sepamos realmente QUIEN SOY YO y estemos dispuestas a mostrarlo al mundo, sin miedo, sin vergüenza, sólo entonces podremos decir que hemos avanzado en el camino de la libertad, no solo personal, principalmente humana.
Dafne Arias Rodríguez